martes, 10 de junio de 2014

INSTANCIA CREATIVA

ILMO. SR. DIRECTOR GENERAL DE TRANSPLATES DE ORGANOS. CONSEJERÍA DE SANIDAD. JUNTA DE ANDALUCÍA.
D. Hinapio Pino Ocho, mayor de edad, con DNI nº 89.123,456 D natural y vecino de Tocha del Río, Jaén   domiciliado en calle Ñatas nº 69, a  VI.
EXPONE:
Que desde mi nacimiento padezco una malformación congénita que me impide relacionarme positivamente  con mis conciudadanos. Mi nariz es muy, pero que muy, muy grande.
Ya desde pequeño en la escuela me sentí marginado e incluso maltratado por robar oxígeno a mis compañeros y me llamaban Nariberto, “volcán de mocos”,  Pinueve,  Naristóteles, …etc. Huían despavoridos cuando estornudaba y sólo me miraban  cuando estudiábamos la forma de la península italiana: mi nariz era la bota. Cuenta mi madre que durante el largo rato de mi nacimiento,  ella tuvo un desconocido orgasmo. Mi padre advirtió que, según el dicho popular, tenían no un niño con nariz, sino una nariz con niño.
Sin embargo, la pobre de mi madre me  consolaba diciéndome que no es que tuviera la nariz grande, sino la cara un poquito echada para atrás. No me he podido acercar nunca a oler las flores porque éstas siempre salían corriendo.
Amargado me refugié en las drogas pero mis colegas tampoco querían compartir la coca conmigo, ya se imaginará por qué. Cuando me lavo los dientes tengo que separarme del espejo unos cuantos metros para no romperlo.
Buscando relacionarme, quise entrar en las redes sociales, lo intenté en facebock, en twiter, en tuenti,  pero tampoco pude, me fue imposible hacerme la foto del perfil.
Me alegré mucho leyendo a un poeta del siglo XVI que escribió: “A la nariz la dimensión se ajusta, de lo que a la mujer conviene y gusta" y quise utilizar el sexo como refugio para mi marginación,  pero tampoco. Imagínese su ilustrísima la enorme confusión en la cama y sobre todo en los episodios de sexo oral. Pues eso. Un día, estaba tan excitado que en mi loca carrera hacia lo que prometía ser una cita apasionada  caí al suelo y maté a un topo.
 Todo tiene sus ciertas ventajas, puedo proteger de la lluvia a mis pocos amigos, puedo fumar mientras me ducho y nunca llego tarde a las citas puesto que  al igual que “Cyrano de Bergerac” mi nariz llega siempre  diez minutos antes que yo.
Como imaginará, y debido a que tengo grandes problemas de cervicales causados por al peso, siempre he deseado que me operaran y me hicieran  una permuta  con mi órgano viril, pero mi precaria situación económica no me lo ha permitido nunca: he de hacer frente a un  gravamen que el Ayuntamiento me aplica por excesivo consumo de oxígeno.
 Por todo lo expuesto   
SOLICITO.
Realice las gestiones oportunas para que esa intervención quirúrgica se realice lo antes posible porque de lo contrario el día que me muera me tendrán que enterrar en una de mis fosas nasales.                                                                                          
                                           Tocha del Río, 16 de Diciembre de 2013


                                                                                                                                                                          Fdo.: Hinapio Pino Ocho


NOTA: Este texto se realizó utilizando como disparador creativo una instancia. Está escrito por nuestro compañero Carlos Peris Viñé.

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