Cristina Piñar Morales
"Siempre me ha gustado escribir, y
desde que tengo uso de razón he querido ser periodista, una profesión que me
apasiona. También me atrae la literatura. Ambos terrenos te permiten contar
historias, aunque este último, además, te concede la licencia de imaginar,
inventar y crear otros mundos y situaciones. Ahí es dónde radica su magia. A
veces, escribir sirve como desahogo, una vía de escape para plasmar por escrito
vivencias y sentimientos. Otras, ofrece la oportunidad de dar rienda suelta a
la imaginación, sintiendo el poder de crear personajes que actúan y se
comportan tal y cómo tú mismo decides.
El vértigo
ante la presencia de una hoja en blanco siempre está ahí. Es todo un reto
rellenarla con palabras que, unidas unas a otras, cobren vida y sean capaces de
llegar al lector, pero al menos hay que intentarlo. Y en ello estamos,
aprendiendo unos de otros y todos juntos dando pequeños pasos literarios
gracias a la asociación “Café de Palabras”.
LE FALTABA UN LADRILLO
Se
detuvo y miró a su alrededor. ¡Las cosas habían cambiado tanto en los últimos
años! El paisaje de la ciudad continuaba repleto de grandes edificios y los
coches no dejaban de transitar por las carreteras formando grandes atascos en
las consideradas horas punta. A pesar de ello, había una cosa que echaba en
falta, algo con lo que se entretenía en aquellas interminables mañanas de
jubilado y que, de un tiempo a esta parte, había terminado por desaparecer. No,
no era el café con los amigos en el bar, ni la lectura sosegada del periódico,
ni siquiera el ruido de los niños de la pareja que hasta hace poco habían sido
sus vecinos. Llevaba meses pateándose distintos barrios en busca de su
objetivo, pero nada, ni rastro, lo más parecido que encontró fueron algunos
edificios a medio hacer, en las afueras, que no tenían pinta de ser terminados
a corto plazo. Lo que añoraba, y nunca pensó que llegara a hacerlo, era
contemplar obras, mientras más grandes y faraónicas, mejor. ¡Pues vaya con la
crisis del ladrillo! Pensó. Y ahora ¿en qué me entretengo yo?
Cristina Piñar Morales