ILMO. SR.
DIRECTOR GENERAL DE TRANSPLATES DE ORGANOS. CONSEJERÍA DE SANIDAD. JUNTA DE
ANDALUCÍA.
D. Hinapio Pino
Ocho, mayor de edad, con DNI nº 89.123,456 D natural y vecino de Tocha del Río,
Jaén domiciliado en calle Ñatas nº 69,
a VI.
EXPONE:
Que desde mi nacimiento padezco una malformación congénita que me
impide relacionarme positivamente con mis
conciudadanos. Mi nariz es muy, pero que muy, muy grande.
Ya desde pequeño en la escuela me sentí marginado e incluso maltratado
por robar oxígeno a mis compañeros y me llamaban Nariberto, “volcán de mocos”, Pinueve, Naristóteles, …etc. Huían despavoridos cuando
estornudaba y sólo me miraban cuando
estudiábamos la forma de la península italiana: mi nariz era la bota. Cuenta mi
madre que durante el largo rato de mi nacimiento, ella tuvo un desconocido orgasmo. Mi padre
advirtió que, según el dicho popular, tenían no un niño con nariz, sino una
nariz con niño.
Sin embargo, la pobre de mi madre me
consolaba diciéndome que no es que tuviera la nariz grande, sino la cara
un poquito echada para atrás. No me he podido acercar nunca a oler las flores
porque éstas siempre salían corriendo.
Amargado me refugié en las drogas pero mis colegas tampoco querían compartir
la coca conmigo, ya se imaginará por qué. Cuando me lavo los dientes tengo que
separarme del espejo unos cuantos metros para no romperlo.
Buscando relacionarme, quise entrar en las redes sociales, lo intenté
en facebock, en twiter, en tuenti, pero
tampoco pude, me fue imposible hacerme la foto del perfil.
Me alegré mucho leyendo a un poeta del siglo XVI que escribió: “A la
nariz la dimensión se ajusta, de lo que a la mujer conviene y gusta" y
quise utilizar el sexo como refugio para mi marginación, pero tampoco. Imagínese su ilustrísima la enorme
confusión en la cama y sobre todo en los episodios de sexo oral. Pues eso. Un
día, estaba tan excitado que en mi loca carrera hacia lo que prometía ser una
cita apasionada caí al suelo y maté a un
topo.
Todo tiene sus ciertas ventajas,
puedo proteger de la lluvia a mis pocos amigos, puedo fumar mientras me ducho y
nunca llego tarde a las citas puesto que
al igual que “Cyrano de Bergerac” mi nariz llega siempre diez minutos antes que yo.
Como imaginará, y debido a que tengo grandes problemas de cervicales causados
por al peso, siempre he deseado que me operaran y me hicieran una permuta
con mi órgano viril, pero mi precaria situación económica no me lo ha
permitido nunca: he de hacer frente a un gravamen que el Ayuntamiento me aplica por
excesivo consumo de oxígeno.
Por todo lo expuesto
SOLICITO.
Realice las
gestiones oportunas para que esa intervención quirúrgica se realice lo antes
posible porque de lo contrario el día que me muera me tendrán que enterrar en
una de mis fosas nasales.
Tocha del Río, 16 de Diciembre de 2013
NOTA: Este texto se realizó utilizando como disparador creativo una instancia. Está escrito por nuestro compañero Carlos Peris Viñé.